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Qué tipos de menús de un restaurante existen y cómo elegir el más adecuado para ti (análisis de pros y contras)

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Qué tipos de menús de un restaurante existen y cómo elegir el más adecuado para ti (análisis de pros y contras)
Victor Aldea
Victor Aldea
Publicado el
12/3/2024
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Para la mayoría de la gente, el menú de un restaurante es la típica carta abierta con diferentes platos.

Pero ese es solo uno de los (muchos) tipos de menús que existen.

Y como gerente de un restaurante es importante que tengas esto claro. Porque cada tipo está pensado para ofrecerle a tu cliente una experiencia distinta.

Por eso este post.

Aquí te contamos los diferentes tipos de menús de restaurante que existen, sus ventajas e inconvenientes.

¡A por ello!

Nota: si lo que necesitas es saber cómo diseñar la carta de tu restaurante, eso te lo explicamos en este otro post.

✅ 8 tipos de menús de un restaurante: ventajas que te ofrece cada uno

Como te decíamos, existen muchas posibles configuraciones para crear el menú de un restaurante.

Pero para simplificar la explicación los hemos dividido en 3 grandes categorías, dependiendo de:

  • La libertad que tiene el cliente para elegir los platos.
  • La frecuencia con la que lo renuevas.
  • La cantidad de platos que incluye.

¡Ojo! Un mismo menú puede encajar en diferentes categorías (y de hecho es lo más habitual).

No te preocupes si ahora mismo no lo ves claro, porque con los ejemplos que te daremos ahora lo entenderás mejor.

👉 A. Según la libertad de elección (menús abiertos o cerrados)

Para empezar, podemos clasificar los menús en función de si son: 

  • Más abiertos: donde el cliente puede escoger cualquier combinación de platos que desee.
  • Más cerrados: en los que debe elegir entre una serie de configuraciones predefinidas (o directamente no tiene la posibilidad de decidir).

Lo desarrollamos.

➡️ 1. A la carta

El formato que siguen la mayoría de los negocios hosteleros.

Hablamos de la típica carta con un listado de platos donde el cliente puede pedir cualquier entrante, plato principal y/o postre que prefiera.

La ventaja de este tipo de menú es que se puede ampliar para adaptarlo a diferentes perfiles de clientes (e incluir opciones vegetarianas, sin gluten, etc.).

Pero a cambio es necesario tener un equipo de cocina muy bien coordinado para que los pedidos salgan sin retrasos.

➡️ 2. Cerrado

En el lado opuesto del espectro tenemos los menús donde el cliente tiene pocas o incluso ninguna posibilidad de escoger los platos que desea comer.

Dentro de esta categoría tenemos:

  • Menú del día: los menús del día te permiten atraer clientes que buscan opciones económicas. Pero lo interesante de este tipo de menús es que pueden servirte para aumentar el ticket medio (si el cliente decidiera pedir los platos por separado, quizá no pediría postre; pero al verlo incluido en el menú con un precio cerrado y ajustado, no le importa hacerlo).
  • Menú ejecutivo: el menú ejecutivo es en realidad una variante del menú del día. La particularidad de este menú es que está pensado, sobre todo para trabajadores que hacen una pausa para comer. Este público suele buscar un menú saludable, completo y a un precio económico (aunque suelen estar dispuestos a gastarse algo más que el cliente medio de un menú del día).
  • Menú degustación: en el menú degustación el escenario cambia completamente. Aquí tenemos una serie de platos muy bien seleccionados (suelen ser entre 6 y 8, aunque hay menús degustación con hasta 50 o más platos). En muchos casos el cliente ni siquiera sabe cuáles son esos platos hasta que se los sirven delante, porque esa “sorpresa” es parte de la experiencia.

Aunque todos son menús cerrados, su objetivo (y su configuración) es muy diferente.

Un cliente de un menú diario o ejecutivo busca una opción económica, y a menudo se le da a elegir entre 2-3 combinaciones de entrante y principal.

En cambio, el propósito de un menú degustación es brindar al cliente una experiencia gastronómica única. Por eso se suele configurar con platos de la máxima calidad, escogidos con mucho cuidado por el chef.

➡️ 3. Sencillo o medio menú

Este se podría considerar en realidad otra variante del menú del día.

Un menú del día clásico se considera un menú “completo”, porque suele incluir un entrante y plato principal a escoger (además de pan, bebida y postre).

En el caso del medio menú, el cliente solo puede elegir un plato.

Esta opción es interesante para clientes que tienen muy poco tiempo para comer y no necesitan tantos platos (les basta con un entrante o un plato principal). 

Si tienes un menú del día completo y tus clientes te preguntan a menudo si se puede reducir, plantéate convertirlo en uno sencillo.

➡️ 4. Concertado

Por último tenemos el menú concertado.

Como su nombre indica, aquí el cliente acuerda directamente contigo los platos a incluir dentro del menú.

Se trata de una opción que se suele ofrecer solo en ocasiones especiales, como:

  • Caterings para eventos.
  • Reservas muy grandes (por ejemplo, una empresa que reserva la sala completa de tu restaurante para su cena de Navidad).

Esto es complejo y no todos los restaurantes lo ofrecen, pero puede ser una opción muy interesante para destacar durante periodos fuertes como la Navidad (mientras otros restaurantes ofrecen menús preconfigurados, tú le das al cliente total libertad para escoger).

👉 B. Según la frecuencia de rotación de los platos

Pasamos ahora a ver distintos tipos de menús según la frecuencia con la que cambian los platos de la carta.

Aquí solo tenemos dos variantes:

➡️ 5. Fijo

El menú fijo es aquel que se mantiene igual durante todo o casi todo el año.

Este tipo de menús tienen tres ventajas:

  1. Facilita la previsión de compras: cuando tu menú siempre incluye los mismos platos, la gestión de tu restaurante se simplifica. Ya tienes una idea aproximada de las ventas que tendrás en diferentes periodos del año, por lo que puedes hacer siempre más o menos los mismos pedidos a tus proveedores.
  2. Tu equipo de cocina no necesita aprender recetas nuevas: cuando cambias de menú cada temporada, la brigada de cocina necesita aprender las recetas nuevas y familiarizarse con ellas. Eso hace que, en ocasiones, haya un pequeño periodo de tiempo donde la productividad caiga ligeramente. Con un menú fijo este problema no existe.
  3. Tus clientes siempre tienen disponibles sus platos favoritos: hay clientes que prefieren comer siempre lo mismo, o incluso que se sienten más seguros al tener opciones fijas (porque saben que ese plato no contiene un ingrediente al que son alérgicos, por ejemplo).

La parte negativa es que habrá otros clientes que se aburran.

Como tu carta siempre es la misma, no tienen incentivos para volver a tu establecimiento habitualmente (es más difícil fidelizarlos a largo plazo).

Si decides mantener un menú fijo, lo ideal es que incluyas algunos platos nuevos de vez en cuando.

➡️ 6. Cíclico

En el lado opuesto tenemos los menús cíclicos: aquellos que cambian por completo cada cierto tiempo.

Lo habitual es modificarlo cada pocos meses para aprovechar los productos de temporada. 

De esta forma:

  • Tu restaurante se vuelve más sostenible, porque puedes comprar a proveedores de proximidad.
  • Tus clientes tienen un incentivo extra para acudir a tu establecimiento regularmente.

Aquí las desventajas son las opuestas a las del menú cerrado.

Como tus platos van variando, tus cocineros deberán familiarizarse rápidamente con las nuevas elaboraciones para no afectar a los tiempos del servicio.

Pero este problema es fácil de evitar con una adecuada formación interna.

👉 C. Según la cantidad de platos que incluye

Por último, podemos clasificar los menús en dos categorías según el número de platos que lo compongan.

Así, tenemos:

➡️ 7. Largo y estrecho

El menú largo y estrecho es aquel que incluye una gran cantidad de platos.

Por ejemplo, un menú compuesto por:

  • 2-3 entrantes.
  • 1 plato de pescado.
  • 1 plato de carne.
  • 1 postre.

Se consideraría un menú largo y estrecho. 

Esta es la estructura habitual en los menús de degustación, donde el objetivo es que el cliente pruebe platos muy diferentes (distintos sabores, métodos de elaboración y presentaciones) que combinen bien entre sí.

Como es lógico, al tratarse de un menú con tantos platos, las porciones deben ser muy pequeñas para no abrumar al comensal (de ahí el nombre “largo y estrecho”).

Es un tipo de menú interesante para restaurantes que buscan diferenciarse y ofrecerle al cliente una experiencia única.

A menudo este tipo de menú se ofrece como complemento a una carta tradicional.

➡️ 8. Corto y ancho

El menú corto y ancho es el opuesto al anterior, y el formato más tradicional en la mayoría de bares y restaurantes.

Se trata de un menú compuesto por 3-5 platos como mucho (contando con el postre).

Para algunos clientes, el problema de un menú largo y estrecho es que no pueden disfrutar de cada plato tanto como quisieran, porque las raciones son muy pequeñas.

Con el menú corto y ancho ocurre al contrario: como los platos llevan más cantidad de comida, el cliente puede saborear cada preparación a fondo. 

✅ Ahora ya conoces los tipos de menús que puedes implementar en tu restaurante

Imagina que dedicas muchas horas a pulir tu menú hasta dejarlo perfecto.

Pero luego todo ese esfuerzo acaba desperdiciándose, porque:

  • Se producen errores en las comandas.
  • Tus cocineros trabajan bajo demasiada presión y los platos no salen bien.
  • Hay retrasos que empañan la experiencia del cliente.

Todos estos fallos pueden ocurrir (y a menudo ocurren) por una mala planificación de tus recursos humanos.

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