[Guía para diseñar la propuesta de valor de tu restaurante] Potencia tu mensaje de ventas y atrae más clientes

Hay un error que cometen muchos restaurantes a la hora de promocionarse.

Se centran en explicar qué hacen, cuando lo que deberían hacer es mostrarles a sus potenciales clientes:

• Qué clase de experiencia van a vivir en su restaurante.
• En qué destacan frente a su competencia.

Y en muchos casos, lo que ocurre es que no han definido su propuesta de valor.

Eso lo vamos a solucionar en este post.

Aquí te explicamos:

• Qué es la propuesta de valor de un restaurante.
• Por qué una propuesta de valor bien definida te ayuda a atraer a tus clientes.
• Los 3 elementos clave para definir tu propuesta.
• 5 áreas en las que puedes aportar valor a tus clientes.

Pero mejor empezamos por el principio… 

✅ ¿Qué es la propuesta de valor de un restaurante?

Antes de nada, vamos con una definición.

La propuesta de valor o “PV” es una frase que resume los beneficios de tu servicio.

O dicho de una forma más simple:

¿Qué les aportas a los clientes de tu restaurante? ¿Qué experiencia quieres que vivan mientras comen en tu establecimiento? ¿Por qué iban a elegirte a ti y no a cualquier otro competidor de tu zona?

Por ejemplo:

“En nuestro restaurante usamos solo ingredientes frescos para que disfrutes de los auténticos sabores de nuestra zona”.

“Restaurante con música en directo. Saborea tu comida mientras disfrutas de las actuaciones de los mejores artistas locales”.

“De la cocina a la mesa en 5 minutos. Comida de calidad y sin esperas, para personas que no tienen tiempo que perder”.

 ¿Ves como estas 3 propuestas de valor reflejan un beneficio central diferente para cada establecimiento?

✅ La importancia estratégica de definir tu propuesta de valor

Luego veremos paso por paso cómo definir la propuesta de tu restaurante. Pero primero veamos por qué es importante que la incluyas en tu plan de negocio.

👉 1. Enfocas mejor tu mensaje de ventas

Definir tu PV te “obliga” a reflexionar sobre el beneficio principal de tus servicios, y te ayuda a entender por qué tus clientes te eligen.

Una vez tienes claro ese beneficio, puedes reflejarlo en:

• El texto de ventas de tu web.
• Tus publicaciones de redes sociales.
• Tus newsletters.
• Tus folletos y anuncios publicitarios.
• Etc.

Así tus mensajes publicitarios resuenan más con tus potenciales clientes y captan su interés.

👉 2. Es una brújula para tomar decisiones estratégicas

Cuando tienes claro el valor central de tu servicio, esto te ayuda a tomar decisiones estratégicas.

Por ejemplo, supongamos que tu propuesta de valor se centra en la exclusividad y en hacer que tus clientes se sientan especiales.

Con eso en mente, se te ocurre organizar catas selectas con vinos de alta calidad. 

O lanzar un programa VIP para tus mejores clientes.

En cambio, las ofertas y promociones que lanzan otros restaurantes no funcionarían bien en tu caso, porque romperían esa imagen de exclusividad.

👉 3. A tu equipo también le sirve de guía

Una PV clara también ayuda a que tu equipo entienda la esencia de tu restaurante y actúe en consecuencia.

Por ejemplo, si tu establecimiento se caracteriza por su ambiente familiar, tus camareros sabrán que deben mostrar siempre una actitud cálida y cercana con los clientes.

Incluso te será útil para mantener tus valores intactos si un día decides franquiciarte.

✅ Los 3 elementos clave para definir tu propuesta de valor

Una buena PV no nace del aire.

No se trata de “inventártela”, sino de entender cuál es el valor real que les ofreces a tus clientes.

Y para eso debes tener claros 3 aspectos:

• Qué ofreces: desgrana todos los elementos que consideras clave dentro de la oferta de tu restaurante. Tu selección de platos, los ingredientes que utilizas, el ambiente de tu establecimiento, tu ubicación, el trato de tus camareros, la rapidez de tu servicio… cualquier punto que consideres que te diferencia frente a otros restaurantes o que pienses que tus clientes podrían valorar.
• Quién es tu público: conocer a tu público objetivo te permitirá entender cuáles, de todos esos elementos que componen tu oferta, valoran más. Por ejemplo, si te diriges a familias, lo que más les importará es encontrar un espacio acogedor y opciones de menús para niños. O si tienes un restaurante a pie de playa, tus clientes serán personas que quieren disfrutar de un plato típico de pescado y disfrutar de las vistas al mar.
• Competencia: analiza qué está haciendo tu competencia para entender en qué te diferencias. 

A partir de aquí ya deberías ser capaz de poner en palabras el beneficio central de tu servicio.

Pero quizá te esté costando identificar en qué destacas, o cómo aportas más valor a tus clientes.

En ese caso, ahora te damos algunas ideas.

✅ 5 áreas en las que puedes aportar valor a tus clientes

Lo habitual es que la mayoría de los restaurantes centren su propuesta de valor en uno de estos elementos de su servicio.

👉 1. Tu oferta gastronómica

El menú es el corazón de un restaurante, y el motivo principal por el que tus clientes te eligen.

Por eso es muy fácil que tu selección de platos se convierta en el valor central de tu oferta.

Por ejemplo, porque:

• Usas ingredientes de mucha calidad: trabajas con proveedores de ingredientes frescos, y eso se nota en el sabor de tus preparaciones. O quizá tienes un restaurante de alto standing y empleas materias primas muy exclusivas en tus preparaciones (caviar, trufas, ternera de Kobe, etc.).
• Estás especializado en un tipo de gastronomía: quizá tienes un restaurante hindú, y en ese caso tu propuesta de valor es que traes “Los sabores auténticos de la cocina de la India”. O puede que hayas creado un restaurante de cocina fusión, donde el principal atractivo son las mezclas innovadoras que realizas. 
• Variedad de platos: algunos restaurantes también destacan por tener una selección muy amplia de platos para satisfacer los gustos de diferentes comensales. O por tener varias opciones para clientes vegetarianos y veganos, intolerantes al gluten, la lactosa, etc.

Pero no tienes por qué ceñirte solo a tu oferta de platos.

Hay restaurantes que no destacan por su selección gastronómica sino por otros elementos de su servicio.

Por ejemplo…

👉 2. La experiencia de tu establecimiento

Tu restaurante también puede sobresalir por la experiencia que les ofreces a tus clientes.

Así, supongamos que tu principal objetivo es que tus clientes disfruten de un ambiente tranquilo y que saboreen la comida sin prisas.

Para eso:

• Has instalado ventanas insonorizadas.
• Les has dado instrucciones a tus camareros para que cuiden el tono de voz.
• Pones música ambiente agradable y suave.
• Tienes siempre incienso ardiendo.
• Cuando hacen una reserva, les pides a tus clientes que hablen bajo para respetar la tranquilidad del ambiente.

Todo eso podría formar parte de tu valor central como “Un restaurante donde huir del estrés y disfrutar de la comida sin mirar el reloj”.

Otro ejemplo.

Tienes un restaurante temático inspirado en los carnavales de Cádiz. En tu establecimiento tienes decoración relacionada con Cádiz y suena música de carnaval de fondo. 

En ese caso, tu propuesta de valor sería algo como: “Entra en el corazón de Cádiz y sumérgete en la alegría de los carnavales mientras disfrutas de la comida típica del sur”.

👉 3. Tu servicio

Otra opción es que destaques por algún aspecto concreto de tu servicio.

Por ejemplo, porque:

• Ofreces comida de calidad y sirves los platos muy rápido (como el restaurante Garibaldi).
• Los cocineros preparan los platos delante del cliente (con una mesa con plancha, un gueridón…).
• Los clientes disponen de una mesa con parrilla para elaborar ellos mismos su comida.

Seguimos.

👉 4. Tus valores como marca

Tus valores como marca también pueden ser el principal atractivo de tu restaurante.

Un ejemplo muy claro:

Supongamos que tienes un restaurante con productos veganos y vegetarianos, y que entre tus valores están la sostenibilidad y el respeto por los animales.

En ese caso, tu propuesta podría ser: “Disfruta de la comida que respeta a los animales y al planeta”.

De esta forma, habrá clientes que te elijan porque conecten con esos valores.

👉 5. Tus precios

Por último, tienes la opción de destacar por tus precios.

Así, podrías ofrecer opciones de comida económicas, u ofertas muy atractivas.

Esta opción siempre es un riesgo, porque tienes que medir muy bien los márgenes de ganancia y asegurarte de que no tienes pérdidas.

Pero puede ser una opción si tu público valora el precio por encima de todo (por ejemplo, si te diriges a estudiantes es muy habitual este tipo de estrategia).

✅ La propuesta de valor interna también existe

Puede que ya tengas claro qué les ofreces a tus clientes y por qué deberían comer en tu restaurante, pero… ¿y a tu equipo?

¿Por qué una persona que esté buscando trabajo en la hostelería debería elegir tu establecimiento?

• ¿Porque ofreces unas buenas condiciones laborales?
• ¿Oportunidades para ascender?
• ¿Un ambiente de trabajo agradable?

Todo esto forma parte de tu propuesta de valor interna.

Y al igual que ocurría con tus clientes, una PV interna te ayudará a:

• Captar talento (y atraer al tipo de trabajador que quieres).
• Mantener a tu equipo motivado (lo que hará que trabajen mejor, reducirá la rotación laboral, etc.).

Combo te ayuda con esto.

Combo es nuestro software de gestión de recursos humanos, y es un aliado clave a la hora de gestionar mejor a tu equipo.

Así:

• Evitas sobrecargarlos al poner menos personal del necesario en cada turno.
• No les asignas horas extra por error.
• Te permite llevar un control más transparente de las entradas y salidas de tu equipo gracias a la firma digital.
• Cuenta con varios sistemas para facilitar la comunicación con tu equipo (y que puedan solicitar sus días libres y vacaciones, contactar contigo si tienen cualquier problema, etc.).

Aquí tienes toda la información sobre Combo.

Lo mejor es que puedes probarlo gratis durante 7 días (sin introducir tu tarjeta ni tus datos bancarios). 

Ahora que lo sabes, es tu turno: pon en práctica los consejos que te hemos dado para trabajar tu propuesta de valor (tanto la interna como la externa). ;)

¡A por ello!

‍