[Acústica en restaurantes] Claves para evitar el exceso de ruido en tu local

Imagina que has ido a comer a un restaurante.

Estás charlando con tu acompañante, disfrutando de la comida, el ambiente… pero, casi sin darte cuenta, empiezas a levantar la voz.

• Quizá es que han puesto la música demasiado alta.
• O tal vez sea el propio ruido del restaurante (las conversaciones del resto de clientes, el ir y venir de los camareros), que cada vez resuena más.

El caso es que, al final de la noche, tienes la garganta como si acabaras de salir de un concierto. 

¿Te ha pasado alguna vez?

Si es así, eso significa que la acústica de ese restaurante no era buena.

Porque no: controlar el ruido ambiental en un establecimiento no es tan sencillo como “bajarle el volumen a la música”. Hay muchos factores que pueden provocar que ese ruido se dispare (y que la experiencia de tus clientes se vea afectada).

Por eso aquí te vamos a explicar:

• Las consecuencias negativas de un alto nivel de ruido (tanto para los clientes como para tu propio personal).
• Las principales fuentes de ruido de un restaurante.
• Varias medidas para controlar los decibelios en tu establecimiento.

¿Listo para bajarle el volumen a tu local? ;)

✅ ¿Qué pasa cuando la acústica de tu restaurante no es buena?

Menos ventas y menos rentabilidad.

En pocas palabras, esas son las principales consecuencias de una mala acústica en tu restaurante.

Veamos por qué.

👉 1. La experiencia de cliente empeora

Imagina que, la primera vez que acude a tu local, un cliente se encuentra con el panorama que describíamos al principio del post:

• Ruido de conversaciones.
• Una música demasiado alta.
• El entrechocar de los platos, sillas que se arrastran…

¿Crees que, con esas condiciones, tendrá ganas de repetir?

Ten por seguro que no. ;)

Con suerte no te dejará una reseña negativa en Google…

👉 2. Tu personal también sufre

Tus clientes solo tienen que soportar los ruidos de tu restaurante durante un par de horas, a lo sumo. Pero para tus empleados, ese ambiente forma parte de su día a día.

Y eso, a la larga, trae consecuencias:

• Mayor nivel de fatiga.
• Estrés.
• Ansiedad.
• Pérdidas de audición (sobre todo si el empleado está muy cerca de la fuente de ruido).

Incluso algunos podrían llegar a darse de baja por ansiedad.

No es ninguna broma: el ruido ambiental es uno de los principales riesgos laborales en hostelería.

Además, en el día a día el alto nivel de ruido puede dificultar la comunicación entre tu personal y dar lugar a errores (lo que, de nuevo, afectará negativamente a la experiencia de cliente).

✅ Los 2 tipos de ruido en un establecimiento hostelero

Te decíamos al principio de este post que, para controlar el nivel de ruido en tu restaurante, no basta con bajar la música (¡ojalá fuera tan sencillo!).

Y es que en un local existen dos tipos de sonidos diferentes que se retroalimentan:

👉 1. Sonido directo

Aquí incluimos todos aquellos ruidos que proceden directamente de la fuente acústica. En el caso de un restaurante, los más habituales son:

• Las conversaciones entre los clientes y entre los miembros del personal.
• El entrechocar de los platos cuando se recogen.
• El ruido de la cocina (y que afectará tanto a los propios cocineros como a los clientes que se sienten cerca de ella).
• El movimiento del personal de sala.
• El arrastrar de sillas y mesas.
• La música ambiental.

Algunos de estos sonidos se pueden regular con facilidad (por ejemplo, podemos bajar la música o pedir a los camareros que eviten hablar demasiado alto), mientras que otros, como el volumen de las voces de los clientes, escapan de nuestro control.

Pero el verdadero problema viene cuando combinamos el sonido directo con el siguiente.

👉 2. Sonido reflejado (reverberación)

Seguro que alguna vez has estado en una habitación vacía y te ha sorprendido el eco que producía tu voz.

Este fenómeno también se da (aunque de forma más sutil) en tu local.

Los techos, las paredes, los muebles, el suelo, los cristales de las ventanas… todos estos elementos hacen que el sonido rebote por la estancia.

No solo eso, sino que en algunos casos también lo amplifican, produciendo un leve eco. Esto es lo que se conoce como “reverberación”.

Literalmente, los sonidos que se generan en tu local se van multiplicando.

Y eso es lo que lleva a que el restaurante “se llene de ruido”, y a que los clientes cada vez empiecen a hablar más alto entre sí para poder entenderse (lo que agrava todavía más el problema).

Este fenómeno se conoce como “Efecto Café”, y se da sobre todo en locales con mal acondicionamiento acústico.

¿Lo bueno?

Que si consigues controlar el sonido reflejado, podrás reducir el nivel de ruido de tu local sin  pedirles a tus clientes que bajen la voz. ;)

Ahora te explicamos cómo.

✅ Claves para mejorar el confort acústico de tu restaurante

Vamos a ver diferentes estrategias para reducir tanto el ruido directo como el reflejado en tu restaurante.

👉 1. Instala paneles absorbentes en paredes y techos

Al igual que ocurre con una habitación vacía, las paredes son uno de los elementos que más eco generan.

Para prevenirlo, puedes instalar paneles especiales hechos con materiales porosos, que absorben el ruido en lugar de reflejarlo.

Solo con este cambio, notarás una gran diferencia en el confort acústico de tu local.

Y si quieres ir más allá, puedes utilizar pintura para aislamiento acústico, que también retendrá parte de las ondas de sonido.

Esto último ya es de nota. ;)

👉 2. La tela también es una gran aliada para absorber ruidos

Al impactar contra la tela, parte de los sonidos quedan atrapados en sus fibras. Y eso la convierte en un material excelente para reducir la reverberación en un espacio interior.

Puedes utilizar:

• Cortinas gruesas (para evitar que los cristales hagan rebotar el sonido).
• Sillas con tapizado.
• Manteles y cubremanteles gruesos.
• Alfombras en suelos y/o paredes (si encajan con la decoración de tu local).

Demos un pasito más.

👉 3. Pon tacos a tus mesas y sillas

El sonido de los muebles al arrastrarse puede llegar a ser muy molesto.

En especial si se trata de un espacio muy cerrado, o si el suelo es de cerámica o de algún otro material que acentúe los chirridos de las sillas y mesas.

Una forma sencilla de solucionarlo es ponerles a tus muebles tacos de fieltro o goma en las patas.

👉 4. Instala mobiliario de cocina silencioso

Para controlar el ruido que se genera en cocina, una buena opción es instalar muebles con:

• Bisagras silenciosas.
• Retenedores para las puertas, que evitan que cierren de golpe.
• Cajones con sistemas de amortiguación en las guías.

Por otro lado, en los cajones de los cubiertos puedes poner alfombrillas acolchadas para reducir el ruido que producen estos al entrechocar.

👉 5. Deja suficiente espacio entre las mesas

Optimizar el espacio entre las mesas de tu restaurante es importante para poder atender a más comensales a la vez… pero ojo.

Si las colocas demasiado cerca unas de otras, tus clientes:

• Subirán la voz para poder escucharse: lo que provocará ese “Efecto Café” que mencionamos antes.
• Tendrán menos intimidad: porque estarán demasiado cerca del resto de comensales.

Todo esto afectará negativamente a la experiencia de cliente de tu local.

👉 6. Establece pautas de actuación para tus empleados

Como vimos, tu equipo también tiene parte de responsabilidad en el mantenimiento del confort acústico de tu restaurante. Y especialmente el personal de sala, que está en contacto más directo con los clientes.

Dales instrucciones para que:

• Sean cuidadosos a la hora de apilar los platos y cubiertos.
• Se acerquen para hablar entre sí, en lugar de levantar la voz.
• Eviten arrastrar las mesas y sillas.

Incluye todas estas pautas en el manual de procesos de tu restaurante.

👉 7. Una buena distribución de turnos te ayudará a reducir el ruido

Otra forma de moderar el ruido directo es optimizar el número de empleados que trabajan en cada turno.

Pero no te confundas.

No se trata de reducir el personal al mínimo (eso también sería contraproducente), sino de determinar en cada momento cuántas personas son necesarias para ofrecer un buen servicio.

Y es que:

• Si hay muchos trabajadores al mismo tiempo: habrá más personas generando ruido, hablando, moviendo mesas, sillas y platos…
• Si son demasiado pocos: el personal estará más estresado, tendrá que trabajar más rápido y tendrán menos cuidado a la hora de bajar la voz, manipular los platos, etc. Además, por supuesto, la calidad del servicio se verá afectada.

De esta forma no solo mejorarás el servicio que ofreces en tu restaurante, sino que además optimizarás la inversión en recursos humanos.

De hecho, ese es uno de los beneficios de utilizar el software de gestión de RRHH Combo.

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✅ ¿Listo para declararle la guerra al ruido en tu restaurante?

Esperamos que este post te haya resultado útil y que te ayude a mejorar la acústica de tu local.

Si quieres profundizar más, te dejamos otros posts con consejos para mejorar la gestión de tu restaurante y la experiencia que les ofreces a tus clientes:

• [Guía de gestión de restaurantes] Claves para administrar un negocio hostelero con éxito.
• Ideas para mejorar un restaurante y aumentar tus ventas.
• [Atención al cliente en restaurantes] Estrategias para mejorar el servicio y fidelizar a tus clientes.

¡Nos vemos muy pronto!

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